¿Sabías que cada objeto de tu casa tiene su propia vibración energética?, incluso tu ropa. Si escoges los objetos adecuados de manera consciente, conseguirás elevar vibratoriamente el lugar y lograr un hogar favorable para tu bienestar.
Tu casa es tu templo
Si entendemos nuestra casa como un templo, enseguida nos resulta evidente pensar que debe ser un lugar en que regenerarnos.
Cuando entramos a un templo (puede ser una iglesia, un dolmen, una mezquita…) podemos sentir cómo la energía es diferente, algo cambia en nosotros sin saber muchas veces qué es lo que está pasando. Percibimos que ese lugar sagrado tiene un efecto inmediato en nuestro campo energético (independientemente de nuestra ideología, simplemente resintiendo el lugar con neutralidad).
¿Por qué no llevar esta idea a nuestra casa? Después de todo el día con prisas, estrés, responsabilidades, muchas veces sin poder respetar nuestros propios ritmos… llegamos a casa. Ese lugar debería de ser una fuente de vida, un lugar donde relajarnos, con el que resonamos y vivimos en nuestra propia esencia. Donde disfrutamos los momentos a solas y también los momentos compartidos con nuestros seres queridos.

Rodéate de vida
¿Alguna vez te has parado a pensar qué te hace sentir esa figura o ese libro? Si dedicamos un tiempo a percibir las sensaciones que nos transmiten muchos de los objetos que escogimos o que nos han regalado, enseguida surgirá diferentes emociones. Puede que sintamos alegría, algo que nos conecta con nuestras raíces, paz, o bien puede que nos sorprendamos y tengamos una sensación instantánea de rechazo.
Todo aquello que nos rodea debería de tener un sentido positivo para nosotros, llenarnos de alegría y de optimismo.
Si hay algún objeto que no nos trae buenos recuerdos o que por algún motivo nos produce rechazo, deberíamos de mantenerlo alejado de nuestra vida porque está proyectando en nosotros energías desfavorables.

La artesanía como un elemento armonizador
Cada objeto cuenta una historia y se va cargando con las vivencias desde el momento de su concepción. No emitirá la misma energía un tapiz hecho industrialmente por personas en condiciones laborales precarias que un tapiz hecho de manera artesanal, diseñado y elaborado con mimo para los habitantes que viven en esa casa. Toda la intención de su creadora o creador queda impregnada en ese objeto, irradiando luz a todo el espacio.
Antes de comprar un objeto, el que sea, es importante valorar esta cuestión. Si optamos por la artesanía no sólo estamos apoyando la continuidad de un oficio precioso. Si no que además estamos llenando de vida nuestro templo, en realidad estamos contribuyendo a armonizar nuestros espacios.

El poder de las piedras
Si además de rodearnos de objetos creados con ese cariño propio de la artesanía, incrementamos su potencial con determinadas piedras, el efecto se multiplicará irradiando una energía maravillosa.

No nos olvidemos de nuestra segunda piel, es tan importante nuestra casa como la ropa que nos ponemos todos los días. Un complemento realizado a mano con una intención determinada, junto con una piedra que potencie dicha intención, es una herramienta brutal en nuestro día a día.
Podemos utilizar estos complementos para enfatizar nuestro lado femenino, para trabajar las relaciones con los demás, el autocontrol, la comunicación o cualquier aspecto al que necesitemos dar más fuerza.
Cuida de tu casa y de tu ropa, y estarás cuidando de tu propia energía y de tus emociones.